lunes, 17 de febrero de 2014

Administración de medicamentos Vía Subcutánea


CONCEPTO: Procedimiento por el cual se introduce una sustancia inyectable en el tejido subcutáneo del paciente atravesando la piel con la aguja.

OBJETIVO.

v  Introducir medicamentos que requieren absorción lenta por vía parenteral.

EQUIPO Y MATERIAL.

Ø  Prescripción médica firmada.

Ø  Tarjetas de horario.

Ø  Fármaco prescrito

Ø  Guantes de un solo uso no estériles.

Ø  Batea, gasas.

Ø  Sierra para ampolletas

Ø  Torundas alcoholadas.

Ø  Jeringa, agujas subcutáneas.

Ø  Contenedor para el desecho de material punzante.

Ø  Recipiente para basura.

Acción 1. Lavado de manos.

Fundamentación:

¨      La piel y mucosas generalmente contienen gérmenes.

¨      El lavado de manos disminuye la transmisión de enfermedades.

Acción 2. Colocación de guantes.

Fundamentación:

¨      Es necesario llevar guantes en el curso de múltiples procedimientos estériles, para mantener la esterilidad del equipo y para la protección de la enfermera y el paciente.

Acción 3. Preparación del medicamento de acuerdo con la prescripción médica en la forma siguiente:

Fundamentación:

¨      Extraer el líquido o mezclar el soluto y la solución, previa asepsia de la ampolleta o el frasco ámpula.

La mezcla de dos o más productos puede provocar sinergismo o antagonismo.

La introducción de partículas en el medicamento incrementa la  formación de hemólisis o aglutinación e eritrocitos.

La administración de medicamentos por vía inyectable requiere de una técnica aséptica.

¨      Cambiar la aguja de extracción por la que se va a utilizar, protegiéndola con el recipiente del medicamento protector o gasa estéril. 

Existen medicamentos cuyo activo principio activo irrita o lesiona tejidos.

El medio ambiente contiene microorganismos patógenos y no patógenos.

Colocar la jeringa en la charola.

Acción 4. Explicar el procedimiento al paciente.

Fundamentación:

¨      La orientación sobre los mecanismos primarios de defensa del organismo (mucosas, piel, respuesta inflamatoria y anticuerpos) disminuyen estados de ansiedad y temor.

¨      Se le debe explicar detalladamente la técnica que se le va a realizar, por qué se va a llevar a cabo y las precauciones posteriores que debe tener según el fármaco inyectado.

¨      Las reacciones físicas y emocionales al dolor  varían en cada individuo.

¨      Se le informará de la sensación de dolor o escozor que puede experimentar.

¨      Los receptores para el dolor son  terminaciones nerviosas libres, distribuidas en capas superficiales de la piel y en tejidos internos (paredes arteriales, periostio, superficies articulares y endocráneo) y en otros tejidos más profundos.

Acción 5. Preparar el entorno preservando la intimidad.

Acción 6.  Colocar al paciente en decúbito dorsal o sedente, según el sitio de punción.

Fundamentación:

¨      Las regiones supradeltoideas de la cara externa del muslo e hipogástricas, son sitios frecuentemente utilizados para punción subcutánea.

¨      El tejido subcutáneo es areolar con un mínimo de receptores al dolor.

¨      El paciente puede realizar la elección de la zona a inyectar,

¨      El propósito de las jeringas “sin espacio muerto” es evitar rezago de sustancia al terminar la inyección y obtener una mezcla homogénea.

¨      En la jeringa “sin espacio muerto”, la aguja está integrada al cilindro, de tal manera que el volumen que queda en ésta es de 0.0015 ml o 0.15 unidades.

¨      Pedirle que relaje la zona a pinchar.

Acción 7: Limpieza de la región con torunda alcoholada.

Fundamentación:

Ø  La punción es un acto quirúrgico que requiere técnica aséptica.

Acción 8: Extracción del aire de la jeringa.

Fundamentación:

Ø  La mezcla de aire y medicamentos puede provocar interacción adversa o infecciones.

Ø  La presencia de aire en la circulación sanguínea incrementa la formación de embolias.

Acción 9: Delimitar la región a puncionar.

Fundamentación:

Ø  La delimitación del área aumenta la seguridad en la punción y evita lesiones tisulares.

Ø  Valorar la región a puncionar, en busca de hematomas, edemas, induraciones, o signos de infección que se excluirán como opción para el pinchazo.

Acción 10. Puncionar la región para introducir lentamente la solución correspondiente. Con la mano, mantener tersa la piel de la zona de punción, bien tirando de ella o bien cogiendo un pliegue con el dedo índice y el pulgar. Antes de introducir la medicación hay que aspirar suavemente para asegurarse que no sale sangre por no estar en un lecho vascular.

Fundamentación:

¨      El realizar un pliegue facilita la introducción de la aguja y disminuye la sensación de dolor. No soltar la piel hasta justo antes de retira la aguja

¨      La punción frecuentemente en un mismo sitio incrementa la formación de tejido fibroso.

¨      El establecimiento de un plan definido de zonas de inyección previene la fibrosis.

¨      La absorción del medicamento se realiza sin complicaciones en una piel y tejidos subcutáneos sanos y libres de inflamación o ulceración.

¨      El ángulo e inserción entre 30° y 45° respecto a la piel en estado natural, facilita la aplicación del medicamento en el tejido subcutáneo

Acción 11. Retirar la aguja y presionar la región puncionada con una torunda aséptica. Depositar la aguja en el contenedor de desechos punzantes.

Fundamentación:

¨      El masaje sobre el área de inyección acelera la absorción del medicamento.

Acción 12. Quitarse los guantes.

Acción 13. Lavarse las manos.

Acción 14. Valorar el estado del paciente al acabar la técnica

Fundamentación:

¨      Se debe evaluar al acabar y media hora después por si pudiese aparecer alguna reacción inesperada, como podría ser una reacción alérgica o vagal.

Acción 15. Dar indicaciones al paciente.

¨      Informar de las reacciones posteriores que puede experimentar según el tipo de fármaco administrado.

Acción 16. Dejar todo reflejado en la hoja de enfermería.

Fundamentación:

¨      Se deben de hacer las correspondientes observaciones del procedimiento, indicar la hora, dosis vía de la administración del fármaco para evitar problemas. 

PRECAUCIONES.

v  Asegurarse que sea el paciente correcto, hora correcta, medicamento correcto, dosis correcta, vía correcta.

v  Revisar información acerca del estado de salud, alergias  y tratamientos que pudieran contraindicar la técnica.

v  Limpiar la ampolleta antes de abrirla.

v  Verificar que el material  (jeringas) estén estériles.

v  Recabar toda la información necesaria acerca del fármaco a administrar.

v  Llevar a cabo una inspección y palpación de la zona a puncionar en busca de hematomas, edemas, induraciones o signos de infección.

v  Introducir la aguja con el bisel hacia arriba.

v  Una vez que se ha accedido al tejido subcutáneo y antes de introducir el fármaco, se debe de tener la precaución de aspirar para asegurarse de que no sale sangre, es decir de que no se está en una vía vascular, ya que se podría introducir el fármaco directamente en el torrente sanguíneo.

v  Introducir lentamente los medicamentos.

v  Limpiar la ampolleta antes de abrirla

v  Inyectar preparados farmacológicos de poco volumen, no más de 2 ml, y que no sean irritantes.

v  En casos de que el paciente fuese muy sensible al dolor, aplicar hielo local antes del pinchazo.

v  En pacientes a los que se le administren medicación subcutánea de manera crónica (insulina), se tiene que rotar la zona para evitar lipodistrofias.

v  No friccionar la piel para no aumentar el riesgo de hematomas ni acelerar la absorción del fármaco.

v  Si apareciese sangre en la jeringa al aspirar, habría que sacar la aguja, cambiarla y elegir otra área de inyección.

 

BIBLIOGRAFÍA


1.    Rosales Barrera S, Reyes Gómez E. Fundamentos de Enfermería. 3ª ed. México: Manual Moderno; 2004.   pp. 395-396.

2.    González Gómez I, Herrero Alarcón A. Técnicas y Procedimientos de Enfermería. Madrid: Difusión de Avances de Enfermería (DAE); 2009.  pp. 46-48.

3.    Carrero Caballero MC. Tratado de administración parenteral. Madrid: Difusión de Avances de Enfermería (DAE); 2006.

4.    Kazier B, Erb G, Berman A, Snyder S. Enfermería fundamental: conceptos, procesos y práctica. 7ª ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana; 2005.

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